Los videos, los juegos en línea, las redes sociales…todo ello ejerce una influencia importante en el pensar y sentir de los adolescentes. Se debe estar alerta ante lo que ven, oyen nuestros hijos.
Sin embargo, es innegable que las características personales no jueguen un papel también importante en lo que hacemos, sentimos y cómo nos manejamos.
Por ejemplo, ante el daño que un adolescente pueda hacerse a sí mismo a través de cortaduras, tenemos que considerar tanto la influencia del medio como la personalidad que posee.
Esto es lo que nos plantea el siguiente artículo, el cual queremos compartir para que ustedes nos comenten su opinión al respecto:
Qué lleva a un adolescente a autolesionarse?
Ana Callejo Mora
El trastorno límite de la personalidad suele debutar en la adolescencia.
“El principal motivo que conduce a un adolescente a autolesionarse es el sentimiento de autodesprecio unido a una intensa ira, generalmente tras algún acontecimiento frustrante en el que se han sentido impotentes. En las autoagresiones, lo más común son los cortes en la piel, aunque también son frecuentes las quemaduras con cigarrillos”, explica a CuídatePlus José Luis Carrasco, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y director de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Clínico San Carlos (Madrid).
El trastorno límite de la personalidad se caracteriza en gran medida por este tipo de conductas autolesivas producidas por un intenso dolor emocional.
Sobre el trastorno límite de la personalidad
El trastorno límite de la personalidad altera la regulación de las emociones y conlleva conductas impulsivas, como accesos de ira, autolesiones, abuso de drogas o impulsividad sexual. “Se da en aproximadamente el 2 por ciento de la población y aparece, por lo general, en la adolescencia. Hay formas más leves y otras más graves, pero el pronóstico es hacia la curación si se establece un tratamiento adecuado”, señala Carrasco.
Los jóvenes con trastorno límite de la personalidad no se autolesionan para llamar la atención de su entorno. “No es una provocación. Lo hacen por la mezcla de dolor e impotencia. Además, la autolesión suele disminuir el dolor emocional y la ansiedad que este trae consigo”, dice el psiquiatra. Y puntualiza que solo en casos muy concretos de personalidades antisociales o en pacientes mayores ya “cronificados” estas conductas podrían tener un matiz intencional de provocar a los otros.
Abordaje terapéutico
Estos pacientes necesitan ayuda psicológica y muchas veces sirve de apoyo una medicación que reduzca el malestar emocional y la impulsividad. La psicoterapia tiene que ir dirigida al conocimiento y regulación de sus emociones y al entendimiento de su forma de ser y la de los que le rodean.
¿Las redes sociales acentúan el problema de las autolesiones?
“En parte sí, porque las redes sociales favorecen el mimetismo de conductas como las autolesiones, y, en este sentido, son inductores. Pero también pueden contribuir a la comunicación de emociones y del dolor de manera verbal, por lo que también pueden tener un papel facilitador de la comunicación positiva”, señala Carrasco.
En los últimos años, la educación infantil se está centrando en la comprensión y gestión de las emociones. “Sin duda alguna, potenciar la educación en expresión emocional y en aceptación de la vulnerabilidad afectiva propia sería de gran ayuda para evitar el trastorno de la personalidad y otros trastornos de las emociones”, opina el catedrático de Psiquiatría de la UCM.