hace algunos días tuvimos el evento «la noche que da miedo» y en pocos días más tendremos «leer en pijama».La razón de estos eventos es, además de divertirse y pasar un buen rato con los compañeros, fomentar el hábito de la lectura, hacer que los niños sientan la emoción que causan todas esas historias que están en los libros.
¿y cómo hacer para que en casa también nuestros hijos adquieran tan buen hábito,que cuando vayan a una librería quieran llevarse todos los libros posibles, que, aunque parezca difícil, prefieran una hora de lectura a una hora de juegos de video?
He aquí algunas ideas que pueden servirles:
- Ser modelo: los niños deben observar a los padres leyendo el diario, una revista, un libro, yendo a las librerías, llevando libros en el carro, en un viaje, cuando va al doctor,en la cabecera de la cama, etc. Que vean que Internet no sustituye al libro.
- Presencia de libros en la casa: deben tener un espacio privilegiado dentro de la disposición de la casa y accesible a los niños.
- Uso de los libros para encontrar información, aclarar un concepto, aprender a hacer algo, y verbalizarle al niño lo útil que ha sido. Por ejemplo buscar en el diccionario y no en internet.
- Comentarle al niño sobre lo que se ha leído, cuán interesante y entretenido fue. Hacer de esto algo cotidiano.
- Leer con el niño(a) todos los días, por ejemplo un cuento antes de acostarse. Con los más pequeños pueden ser momentos cortos pero varios en el día. Al leerle ir comentando la ilustración, que diga lo que recuerde, hacerle preguntas, comparar con su realidad, etc.
- Regular horarios de ver televisión, jugar videos, para que la lectura se convierta en parte del tiempo de ocio.
- Recurrir a la biblioteca del colegio para que el niño escoja libros. Abonarse a las revistas, ir haciendo su biblioteca personal.
- Al visitar librerías, pedirle al niño que escoja un libro, en función de sus gustos, intereses y por supuesto madurez. En preescolares habrá que favorecer la lectura de libros que se pueden oler, tocar, tridimensionales, con sonido, con muchas ilustraciones (muchos detalles para poder comentarlos) y pocas palabras, a lo mucho una o dos frases y de preferencia con palabras que rimen.
- Permitirle al niño que tenga libros en su mesa de noche o cabecera para que los ojee, los vea, que tenga contacto con los libros aunque solo sea viéndolos.
- Animar al niño para que recurra a buscar un libro, una revista, para aprender a hacer algo que quiere. Por ejemplo, llevarlo a que lea instrucciones de un juego, que lea una receta, si tiene una mascota que lea sobre sus cuidados,etc.
- Hacer de un libro un premio. Pedirle a los parientes que regalen libros.
- Convertir la lectura en algo agradable y no una obligación.
“Se aprende, haciendo”
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