Autonomía

DESARROLLANDO LA AUTONOMÍA EN LOS NIÑOS

La autonomía en los niños puede definirse como la capacidad que tienen de realizar por sí mismos aquellas tareas o actividades propias de su edad; y su desarrollo tiene que ser para los padres, un objetivo prioritario en la educación de sus hijos.
Sin embargo, lo que ocurre en ocasiones es que muchos padres suelen anticiparse a las acciones de los niños, no los dejan actuar o hacer cosas que los niños pudieran hacer solitos. Los padres piensan que sus hijos aún no tienen la capacidad de realizar cosas por sí mismos, tienen temor a que se hagan daño o les resulta más cómodo hacerlo ya que los resultados son más rápidos.
Lastimosamente, un niño con poca autonomía es un niño dependiente que requiere de ayuda continua, tiene poca iniciativa y suelen presentar problemas de aprendizaje o de relación con los demás.
Está claro que hablar de autonomía no significa libertad absoluta, es decir que el niño pueda hacer lo que le plazca, ni significa que el adulto desaparezca de la vida del niño, al contrario, lo acompaña y le enseña cómo se hace.
¿Cómo podemos entonces fomentar la autonomía? Los niños aprenden a ser autónomos a través de las pequeñas actividades diarias, apoyándose de los hábitos y de la rutina de casa. A través de pequeñas acciones o tareas donde pueden demostrar sus habilidades y el valor del esfuerzo. Ser autónomos los lleva a colaborar, a sentirse que forman parte de un equipo, a aprender a confiar en sus capacidades, a ser responsables. La autonomía hace un llamado a la motivación “Tengo ganas de hacerlo, incluso si no logro el éxito en todas las ocasiones”, y a la competencia “Soy capaz de hacerlo”.
Veamos algunas pistas concretas:
• Actividades en torno a la higiene
o Ir al baño solo
o Lavarse las manos
o Cepillarse los dientes
o Lavarse la cabeza
o Peinarse
o Aplicarse crema
o Colgar la toalla después del baño

• Actividades en torno a la vestimenta
o Desvestirse
o Poner la ropa sucia en el cesto
o Ponerse distintas prendas: pantalones, calcetines, camisa, zapatos
o Elegir su ropa (aunque no combine)
o Guardar su ropa limpia en el lugar adecuado

• Actividades en torno a la alimentación
o Poner la mesa
o Ayudar a preparar la comida
o Comer con cubiertos
o Comer sentado en el comedor sin aparatos tecnológicos
o Llevar los platos a la cocina
o Limpiar la mesa al terminar de comer
o Prepararse solo una merienda
o Pelar una fruta
o Servirse agua

• Actividades en torno al orden
o Recoger los juguetes después de usarlos
o Extender su cama
o Preparar la mochila de la marmoteca
o Sacar la lonchera del carro al regresar del colegio

• Actividades en torno a la socialización
o Separarse del adulto
o Saludar
o Decir por favor y gracias
o Participar activamente en eventos sociales
o Resolver conflictos
o Esperar su turno en juegos

• Otras actividades
o Regar las plantas
o Servirle comida a la mascota
o Pasear al perro acompañado del adulto
o Enseñar a tomar decisiones a través de alternativas
o Pedirle su opinión
o Andar en bicicleta, patines, scooter
Para que los niños desarrollen la autonomía es importante irles enseñando lo que queremos que aprendan todos los días y preparar lo necesario para que lo logren. Deben saber lo que esperamos de ellos “A partir de ahora, me ayudarás a llevar los platos a la cocina”. Si es necesario, le enseñamos cómo queremos que lo haga. Podemos verbalizar las acciones. Seguramente al inicio será necesario practicar, para luego, ir disminuyendo la ayuda, hasta lograr que lo hagan por si solos.